No siempre serás un 10.

Recuerdo que en el campeonato de fútbol del colegio, algunos de mis compañeros entraban en disgustos porque su camiseta no llevaba el número 10. Todos sabemos que ese número se le asigna al capitán y por ende es el más visible, a quien entrevistan, quién sale en las fotos, el de las decisiones, y a quien le arrojan todos los comentarios del grueso que sea.

Amigo lector en el partido de la fe no importa si llevas el número 10, aquí juega tu esencia y en la posición que estés. ¡Hazlo bien! Recuerda una de las primeras cualidades por las que se conoce a un famoso en la Biblia:

» Realicen su trabajo de buena gana, como un servicio al Señor y no a los hombres.»

Efesios 6:7

Y en el partido cuando la tarjeta roja venga acompañada de comentarios o bromas pesadas, o de esos momentos en los que incluso tus líderes te ignoran, recuerda que es el momento adecuado para alzar nuestra mirada al verdadero capitán de nuestra vida y recordar que el partido es de Dios y por ende la gloria también. A menudo olvidamos esto cuando permitimos que los likes de la hinchada ocupen las palabras de “Buen siervo fiel, en lo poco has sido fiel ” ¿Sabías que a Dios les gusta más las cosas que haces en secreto? Además así la recompensa tendrá más peso en la eternidad.


Vive de tal manera que aun en tu ausencia seas una inspiración para hacer las cosas como dijo Pablo sin orgullo o solo por pelear. ¿Qué tal un epitafio como este al final de tus días?

Vive por lo que Dios piense de ti
y no por lo que que la gente diga de ti.

A la verdad el único 10 nos enseñó a lavar pies y hacerlo bien.

«…no hagan nada por orgullo o sólo por pelear.
Al contrario, hagan todo con humildad, y vean a los demás como mejores a ustedes mismos.»

Filipenses 2:3

¡Amazónico! David es profesor de educación primaria. De Shell, Ecuador para el mundo. Escritor del #SnackBíblico en Reflexiones de bolsillo

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