Una tarde le acompañe a mi tía a arreglar su salón de clase en la iglesia, ya que al día siguiente empezaba una escuela bíblica. Nos acompañó Pavel, un vecino de mi primo que tenía muchas preguntas.
«Y ¿por qué están haciendo esto?
– Para enseñarles a los niños de Dios.
Aaa y ¿a usted quién le paga ?
– Nadie. Bueno, a mi Dios me paga, con las bendiciones.
Amm, veci ¿usted es fanática de Dios ?»
No recuerdo la respuesta de mi tía, pero yo estallé en gran risa. Han pasado 12 años y ahora mientras escribo este snack, me doy cuenta que si algo me ha desafiado a mantenerme en mi fe es la perseverancia de quienes aman a Dios. A esos que les etiquetan: de hermanitos aleluya, el de los nuevos testamentos azules, ellos los que cierran los ojos antes de comer, ellos que saludan en media calle ¿Cómo le va hermana ? Los que pasan escuchando una radio cristiana. etc. Querido lector, quizás tu estilo de vida tiene estas descripciones y mi afán no es criticarte; al contrario es animarte a que sigas impactando, a que sigas teniendo esa valentía de llevar en alto el nombre de Jesús a pesar de las burlas o consecuencias que traiga.
Si bien es cierto podemos gritar // !ole! // //!Jesús! // pero Él no necesita hinchada en las graderías sino jugadores en la cancha. No necesita que tengas descargada la app de la Biblia en tu dispositivo mientras navegas en páginas no edificantes. Quiere sobre todo que a la hora de tentación la abras y te esfuerces por leerla. Decora bonito: el sticker de pescado o un crucifijo símbolos del cristianismo, pero lo que impacta más en la gente es tu perseverancia en amar a Dios. En mantenerte creyendo en Él aun cuando ya nadie quiera apoyarte y las cosas no tengan sentido. Si tienes a Jesus que se te note. Que te conozcan por un fanático de Dios que propone, que hace que cambie la atmósfera del ambiente donde estás. Que llora y entiende así el dolor de otros, que ríe y de sus ojos siempre brilla una esperanza viva. A ti, ese fanático de Dios. Persevera, tus prójimos que te ven en silencio, aunque no lo digan, necesitan ese ejemplo.
“»Ustedes son la luz que alumbra al mundo. Una ciudad que está en un monte no se puede esconder.”
Mateo 5:14 PDT