¿Se han dado cuenta que miramos a la familia como una empresa?
En muchas familias hay una urgencia por hacer algo y ese «algo» debe ser productivo. Si quieres descansar, que es hacer algo debe ser después de haberte esforzado haciendo otra cosa. Según los papás, no te mereces descansar o estar haciendo nada si no has hecho otra cosa que te desgaste primero. De hecho, si estás haciendo nada recibirás un reclamo, porque está prohibido en la casa que alguien solo esté sin hacer algo.
Cuando tenemos visitas en casa nos obsesionamos con darles lo mejor, como si la comida o la decoración fuera lo importante. Dar implica hacer y priorizamos eso sobre el estar.. Cuando alguien quiere dedicarnos tiempo, lo más valioso no es hacer sino estar. Algunas mamás dirán que está mal mi perspectiva porque cuando se tiene visitas hay que tratarles bien, pero ¿cuándo fue que confundimos tratar bien a alguien con darle cosas?
El hijo quiere ir con sus padres a algún lugar que a él le gusta y la pregunta es «¿pero, qué vamos a hacer nosotros?» Pensamos que tenemos que siempre estar haciendo algo, y nos olvidamos la importancia de estar.
Qué bonito es cuando alguien pasa contigo sin la necesidad de hacer algo, simplemente porque quiere estar ahí.
Muchos hijos hacen actividades con sus padres, pero no están juntos. Comparten el mismo espacio pero no hay una conexión entre ellos. Cuántas parejas y familias hacen pero no están. El mismo chico que mencionaba, que quizá quiere ir a un evento, a un parque y se frustra porque sus papás no quieren estar sin hacer algo más.
Nos cuesta tanto solo acompañar, disfrutar la presencia, alegrarnos por el hecho de tener a alguien con nosotros más que tener algo que hacer. Ojalá hoy podamos disfrutar más el estar que el hacer.