El cassette de la vida

En la vida siempre habrá dos lados. Reprodúzcase en todos los hogares.

Pertenezco a esa generación que escuchaba música en casetes. ¿Lo recuerdas ? También tenías la opción de grabar tu canción favorita desde la estación radial, todo iba bien hasta que la canción era interrumpida por el locutor.
Mi papá me comentaba que en su casa usaban los discos de vinilo. Para los que no saben de qué hablo ambos eran medios de grabación y reproducción de audio, y se componían de dos lados o caras A y B.
En el caso del casete tenía una cinta magnética, a cada lado de la cinta encuentras un sonido o grabación diferente, para poder escucharlo era necesario dar la vuelta al casete. Tenías la opción de rebobinar o adelantar según tu interés. (Suficiente de la clase de historia)

Siento que puedo comparar esta cuarentena a un casete y que a la fuerza le pusieron a reproducir el lado B.
Seamos sinceros, desde niños nos ha tocado el: “acóplate, haz un esfuerzo” y pues ahora, cuando estamos obligados a estar en casa, no hay de otra. Hemos tenido que aprender de reuniones por internet, releer libros o encarar lo que nos aqueja.

Cómo con casete me gustaría tener la opción de aplastar el botón para adelantarle la velocidad a todo este lado B (confinamiento) para voltear al lado A. Y por qué ? Porque el lado A me gusta más y este lado no lo conozco tan bien aunque se reproduzcan al mismo tiempo.
Para muchos de nosotros la normalidad significa recuperar la libertad, el contacto, el trabajo, la calma, el control de lo que nos pasa, pero lamentablemente cuando estas en el Lado B es importante dejar que se “ reproduzca” todo lo que hay para escuchar.
Tal vez no estas luchando con aceptar al lado B sino con quitarte la frustración de verlo hecho realidad.
Con los casets cuando los adelantas retrocedes y no tienes paciencia en escucharlo, de enredan. Liberar la cinta necesita hacerse con cuidado y despacio.

Un buen casete lo es por su contenido, en ambos lados A y B. Ahora nos ha tocado grabar en el lado no planificado pero es el lado del casete que llegó. Que te quede un bonito lado B, de tal modo que hasta lo quieran reproducir y años después quieran pasarle a otro formato de grabación.

En estos días que te levantas cansado de la rutina y sin saber cuanto dure, es bueno recordar que en ambos lados de este caset hay un solo mensaje: Confía en que Dios puede darte frescas ideas para planificar horarios, confía en que puede darte creatividad para trabajar y ayudar al prójimo. Confía en las nuevas fuerzas que puede entregarte cada mañana antes de hacer el desayuno y sentarte para el teletrabajo. Confía en que si tu negocio está cerrado, no hay Justo desamparado. Confía en Jesús, clama por ideas y actúa.

Pues el Señor tú Dios vive en medio de ti. Él es un poderoso salvador. Se deleitará en ti con alegría. Con su amor calmará todos tus temores. Se gozará por ti con cantos de alegría». Sofonías 3:17

¡Amazónico! David es profesor de educación primaria. De Shell, Ecuador para el mundo. Escritor del #SnackBíblico en Reflexiones de bolsillo

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