Me dijeron que ante toda circunstancia debes florecer, que las circunstancias malas me hacen mejor y que ante ellas debo prender a ver solo lo bueno. Lo repitieron tanto que lo sentí como una presión de la gente a mi alrededor para que ya las cosas buenas sucedan, o que mi actitud ya sea positiva, porque «florecer» es vivir con colores de nuevo.
Pero no pude, sigo en invierno y tal vez a muchos les incomode y fastidie.
Me avergonzaba no dar los frutos que pedían o ver las cosas como ellos las veían, así que intenté varias cosa para que los demás vean que si «le meto ganas» y que podía dar los frutos que todos esperaban ver en la vida de una creyente que pasa por el dolor. Intenté cubrir con falta positividad lo que me pasaba y hacer como si nada dolía.
Pero luego entendí que una flor también va a morir, que el momento de “florecer” dura unos cuantos días, y que si esperan disfrutar de los colores de las rosas todo el año puede que se decepcionen. Es hermoso ver el jardín repleto de colores pero no siempre será así y es importante no ver los momentos de otoño como lo más negativo del momento. Y es que lo bueno de las estaciones en tu vida es eso: no duran para siempre y tu puedes sacar algo bueno de ellas preparándote para la siguiente.
Cuándo me vi como a árbol desnudo me entristecí, pero hay algo que me mantiene:
Mis raíces, bases y mis principios, firmes y bien plantados que intentan obtener todo lo que necesitan para crecer más y dar fruto. Incluso si no cuelga nada de mis ramas, es valioso cuanto me esfuerza para mantenerme de pie.
Aunque las hojas y flores caigan por la tormenta y el invierno, el árbol no muere. El árbol sigue viviendo a partir de la muerte de lo que se veía y al quedarse sin nada sigue su proceso de obtener substancias para transformarlas, para volver a vestirse de gala.
Ese falso positivismo que la mayoría de gente maneja hoy, puede ser agobiante. No te sientas obligado a mostrarte bien todo el tiempo y manejar perfección. Disfruta las estaciones de tu vida incluso si no hay colores en este momento.
RESPIRA… Esta bien si hoy no floreces, estás en el proceso ¡y es válido!, si es que para los demás aún no demuestras los frutos que esperan, está bien no te has estancado, estoy segura que entiendes que no puedes saltarte procesos solo por complacer a otros o demostrar lo que quieren ver.
Mantente firme y toma todos los nutrientes que necesites, transforma lo que deba hacerse y por favor vuelve a vivir tus días con la magia que solo tu tienes, tómate el tiempo necesario. Tampoco Dios no tiene apuro.
Haré que prosperen. Seré como el rocío que hace florecer a los lirios. Los haré crecer como un árbol; así echarán profundas raíces y extenderán sus hermosas ramas; tendrán la belleza de los olivos y el grato aroma de los cedros.
Oseas 14:5-7