Un día como hoy: Domingo

No sé si se enteraron, pero acá se armó un lío. Bueno, primero las noticias: hoy las mujeres fueron a la tumba de Jesús para continuar con el embalsamiento del cuerpo, y al llegar… ¡la piedra de la tumba estaba abierta!

María dice que se encontró con dos ángeles que le dijeron que recuerde lo que el Maestro nos había dicho en Galilea, que iba a ser crucificado y al tercer día resucitaría. Cuando llegó y nos contó, todos lo recordamos.

Aparte de nosotros, se enteraron también las autoridades religiosas. Si Jesús, antes de morir les daba dolores de cabeza ¿te imaginas lo que será cuando toda la ciudad se entere que resucitó? A quien tanto criticaron, juzgaron injustamente, golpearon y exhibieron, ahora podría estar vivo y sin duda eso pondrá en jaque todas sus mentiras.

Yo digo “podría” porque la verdad no sé qué creer. Por una parte, algunos dicen que nosotros robamos su cuerpo, pero yo no lo tengo, Santiago tampoco, ninguno de nosotros ha salido, hemos estado juntos todos estos días. No creo que otra persona estuviera interesada en robar un difunto, mucho menos ayer en día de reposo, y peor aún por nuestra ley que prohíbe acercarnos a un cadaver. ¡Tendríamos que estar locos para haber robado a Jesús!

Ahora, aparte de mis dudas, porque nunca he visto a alguien resucitar sin que sea Jesús quien lo levante, estoy entusiasmado, de verdad. No logro imaginar cómo sería volver a verlo. Todo lo que dijo de él sería cierto, que es el hijo de Dios, que él es la vida, que es el camino al Padre.

Si es verdad que resucitó, trascendería de maneras nunca antes vistas. La muerte ya no sería un enemigo, pues a través de la muerte del Maestro ahora tendremos vida, una que va más allá de la tumba. Todo es tan fascinante, y tan confuso a la vez.

No es que no les crea a las mujeres que nos dieron la noticia, es que no estoy acostumbrado a que los muertos resuciten. Aunque pensándolo bien, junto a Jesús vi a muchos muertos en vida recibir algo más. Incluso yo, qué sería de mí si él no me hubiese tomado en cuenta.

No sé qué pasará. Si es mentira su resurrección, tendremos grandes recuerdos, sus enseñanzas, su vida misma, su alegría y firmeza. Pero si su resurrección es cierta, podría cambiar el rumbo de la historia.

Comunicador, enfocado en trabajo con juventud y adolescencia. Empecé a escribir mi blog de vida cristiana en el 2012. Compartí reflexiones semanales durante 5 años, hasta que en el 2018 decidí dar un paso más y decidí crear Reflexiones de bolsillo, un sitio web donde escribo junto a grandes amigos sobre adolescencia, juventud, fe, Dios y vida cristiana.

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