Nuestra limitada mente humana nos permite ver hasta donde nos ha sido permitido. Aún los más locos sueños y planes siguen siendo pequeños a comparación de imaginar lo imposible.
Creemos que Dios es grande, poderoso, que podría dividir un mar en dos partes o resucitar un muerto, pero difícilmente creemos que podría cambiar lo que está mal en nosotros. Decimos que Dios hace posible lo imposible pero no estamos convencidos de eso.
¿Cómo podemos creer en que Dios puede hacer lo imposible? Con fe, no con la lógica.
Mientras intentes dimensionar a Dios con tus argumentos, más limitada será tu imagen sobre él. Es necesario creerle aunque no logremos dimensionar todo lo que él es y lo que puede hacer.
Debemos dejar de mirar a Dios como un hombre con superpoderes, porque él no es como nosotros, no se parece a nosotros, no fue creado en función de nuestra naturaleza sino al revés, nosotros hemos sido creados a su imagen, y hay un verso clave para recordarnos todos los días que Dios está más allá de nuestras ideas, teologías y opiniones.
Dios hizo todo hermoso en su momento, y puso en la mente humana el sentido del tiempo, aun cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin
Eclesiastés 3:11