Es mucho más fácil pensar en los errores de los demás, pues pensar en las veces que te equivocaste puede ser tormentoso, tal vez porque aún no has superado las consecuencias del error o sientes que no has sido perdonado.
Hay algo importante que necesitas recordar sobre los errores:
- Nadie hace cosas, inicia sueños o ama alguien esperando equivocarse; los errores pueden evitarse pero alguna vez sucederán. Recuerda que les suceden a todos. La forma más segura de evitar esos errores es poner a Dios en tus planes. (Proverbios 16:3)
- Eres un ser humano en formación lo cual implica que tu humanidad te llevará a equivocarte para aprender. La buena noticia es que mientras más cerca estés de Dios será más fácil evitar errores o aprender de ellos, tú decides cuánto dura el aprendizaje.
- Tu error NO te define. Eres muy inteligente y eres capaz de reconocer tu error, de ir delante de Dios y decirle todo lo que sientes y Él es maravilloso perdonando, por lo que tu error no marcará lo que eres o tu futuro. Aunque los demás te marquen y juzguen no permitas que su voz sea más fuerte de lo que Dios tiene para decir de ti. Recuerda que el recibir perdón viene con una responsabilidad: No hacerlo más. (Juan 8:10-11)
- Se que te duele, pero recuerda, nadie ha arrojado la piedra, y el único que tenía autoridad para juzgarte hoy decidió perdonarte y darte amor. Vive el dolor y saca la tristeza, pero levántate de la vergüenza y perdónate.
- Perdona errores como te gustaría ser perdonado, pero esto no quiere decir: volver, hacer como si nada, quedarte donde estás o “deberías estar”. Quiere decir que liberas al otro de una “deuda” y que te libertad a ti del rencor. Libérate