Junio 18: Estrellas fugaces

Aparece un joven, hace un par de gambetas, un buen gol, la gente aplaude y los periodistas corren a sus teclados: se viene el sucesor de Neymar y Messi.

Un director de cine realiza una nueva propuesta, que gusta a la crítica, que tiene ganancias en taquilla. Los periodistas sacan sus celulares y envían el titular para la portada de mañana: ha llegado el nuevo Spielberg.

Me di cuenta que somos nosotros y los medios de comunicación quienes creamos estrellas antes de hora. Somos nosotros quienes comparamos a todo nuevo talento con uno existente, pero es un problema áun mayor cuando eso sucede en casa.

Las estrellas fugaces las creamos nosotros

Tienes un hijo y una hija, ella es buena estudiante y piensas que será una gran doctora, ingeniera, abogada, arquitecta. Tiene todo el camino trazado hasta que decide ser algo diferente y pensamos: está desperdiciando su talento porque no hace lo que planificamos que debería hacer, no es lo que debería ser.

¿Quién dijo que debíamos crear una estrella antes de que siquiera empezara a brillar?

Tu hijo aún ni aprende a caminar y ya estás determinando que será un excelente estudiante, un grandioso músico, una increíble profesional. Pasan los años, cumple lo que querías y tiempo después lo abandona porque no es feliz. Enseguida empiezas la búsqueda de profesionales para que le ayuden a entender que debe ser lo que tú esperas, no lo que tu hijo quiera ser.

Necesitamos crear menos estrellas fugaces y mejor dedicarnos al crecimiento saludable, sin expectativas irreales. Como leí hoy, antes que ser un gran hombre, que tu hijo sea un buen tipo y que antes de ser una gran profesional, que tu hija sea una buena persona.

Recuerdo el susto de mi profesora de Biología cuando le dije que estudiaría Diseño o Publicidad. Se sorprendió y molesta me dijo «¡No vas a aprovechar tu lado científico!» Ella había imaginado que yo debía hacer eso, no yo.

Si estás en camino de ser una estrella fugaz, cumpliendo lo que otros esperan de ti, es tiempo de hacer una pausa. Es preferible que brilles menos pero por más tiempo a que seas una luz cegadora que dure muy poco.

Dirige a tus hijos por el camino correcto, y cuando sean mayores, no lo abandonarán.

Proverbios 22:6

Comunicador, enfocado en trabajo con juventud y adolescencia. Empecé a escribir mi blog de vida cristiana en el 2012. Compartí reflexiones semanales durante 5 años, hasta que en el 2018 decidí dar un paso más y decidí crear Reflexiones de bolsillo, un sitio web donde escribo junto a grandes amigos sobre adolescencia, juventud, fe, Dios y vida cristiana.

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