Desde los orígenes del cristianismo encontraremos personas que buscaban una oportunidad para sus objetivos más que conocer a un salvador. Muchos nos hemos confundido pensando que ser cristiano es obtener lo que queremos, dejando de lado el reino de Dios y su justicia.
Jesús conversa con sus discípulos sobre la preocupación que tenían (y tenemos) sobre qué comeremos mañana, con qué nos vestiremos. Les dice que así como las aves tienen el alimento diario ellos también lo tendrían. Les pide que se ocupen de buscar el Reino de Dios y su justicia y que todas estas cosas (alimento y vestimenta) serán añadidas.
Nosotros ahora no buscamos el reino de Dios. Queremos construir nuestros reinos, levantar nuestros imperios, ser nosotros los reyes y tener el poder. Buscar el reino de Dios implica renunciar al establecimiento del mío, a dejar de yo ser rey de mi vida y dar paso a alguien más.
Queremos que nuestra justicia se cumpla, que otros escarmienten cuando se equivocan.
¿Buscamos la justicia del reino de Dios? ¡Para nada! Nuestra justicia es la que pone a hombres y mujeres en la plaza a vista de todos para ser insultados, burlados, y a veces apedreados. Esa es nuestra justicia y está muy lejos de la justicia del reino de Dios.
Al mirar esto en la Biblia me avergüenzo y entristezco un poco. ¿En qué hemos convertido al cristianismo? En un método de éxito personal, en un club, en una cárcel, en muchas cosas menos en una comunidad que busca el reino de Dios, que pelea por la justicia de ese reino, una justicia lejana a la nuestra, que no solo indica el error sino que redime al equivocado.
Llevemos su justicia a otros y construyamos ese reino que trae dignidad a otros, donde lo personal pasa a segundo plano. El momento en el que decidamos buscar el reino y su justicia, ni tendremos tiempo para pensar en añadiduras, estaríamos tan ocupados en lo verdaderamente importante que nuestra vida tomaría otro sentido.
Por lo tanto, no se preocupen ni se pregunten “¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?” Porque la gente anda tras todo esto, pero su Padre celestial sabe que ustedes tienen necesidad de todas estas cosas. Por lo tanto, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
Mateo 6:31-33 (Versión RVC)
