Francia marcaba el cuarto gol en octavos de final. Le dije a una amiga que me acompañaba: Argentina eliminada. Yo veía difícil la situación y alguien por atrás gritó «¡Todavía falta!»
Pierdes 4-2 en un partido del mundial, faltan menos de 20 minutos y en lugar de ver lo evidente, veían esperanza. Casi al final del partido, Argentina marcó su tercer gol y cuando terminó los argentinos decían «si hubiésemos tenido dos minutos más, empatábamos».
Esa esperanza me hace falta muchas veces. Me quedo con lo que veo, no con lo que quisiera ver. En ocasiones pierdo la esperanza y me aferro a lo que hay, olvidándome que todavía falta.
Quizá estás en la misma situación, llega el minuto 90 y no ves nada más que el marcador, pero si aún no termina, entonces hay oportunidad.
Hay personas de quienes dije que nunca cambiarían, y Dios las ha transformado. Él ve más allá. Pensé que muchos de mis problemas no se resolverían pero ahí Dios vio un tiempo suplementario.
En medio de la circunstancia que estés viviendo, no te olvides, todavía falta.
La fe es la confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la certeza de las cosas que no podemos ver.
Hebreos 11:1 NTV