Es muy común buscar amor en otros, sin mirar primero a nuestro corazón y ver si nosotros amamos correctamente.
En plena era digital, vemos padres, hijos, amigos y parejas que controlan. Monitorean cada paso del otro, sin darle espacio ni siquiera para estornudar sin que ellos se enteren. Piensan que controlar a otros es amar, pero el control esconde miedo.
También han aumentado las peleas debido a la comunicación por internet. Pleitos gigantes porque no nos gusta lo que hace el otro en Facebook o porque nos demoramos mucho respondiendo un WhatsApp.
Buscar el control de otros o de las situaciones no es algo nuevo, sucede desde los tiempos de Adán y Eva, y sigue sucediendo hoy.
Quien ama, debe caminar hacia amar sin miedo, ni celos.
No hay lugar, en un mismo corazón, para el amor y el temor.
Es necesario revisar nuestro corazón y ver qué tenemos allí. Sin duda alguna, hay buenas intenciones, grandes muestras de cariño, bondad, perdón, pero si también hay un poco de celos, rencor, ira desmedida, búsqueda de control, necesitamos sanar para amar correctamente.
El amor no es egoísta
1 Corintios 13
¿Qué es lo que te impide amar correctamente? Pon en manos de Dios y piensa en pasos que puedes dar para cambiar esa situación