Aunque Jesús es la mayor expresión de amor, no tengo duda alguna de que él también fue feliz al sentir el amor de su mamá.
Gracias a Dios por las mamás, porque cada día dan un paso más, a pesar de las circunstancias. Me imagino que muchas mamás quieren quedarse durmiendo, descansar unos minutos más, pero como ellas dicen: el deber llama.
Gracias mamás por los esfuerzos que realizan, incluso los que no quieren hacer, cuando tienen más hambre pero comparten un bocado con sus hijos, con su esposo, que renuncian temporalmente a ciertas metas para abrazar otras.
Como le dije a mi mamá: si volviera a nacer y me dieran a elegir, la escogería nuevamente y mil veces más. A través de ella conocí el amor incondicional. Gracias a Dios por mi padre, porque le dio sabiduría para elegirla y ella a él. La Biblia dice «Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?» Yo sé quién la halló, ¡mi padre!
Para las mamás que son etiquetadas de «familia disfuncional» porque no tienen un esposo a su lado, no escuchen esas voces. Tu familia no es disfuncional, Dios es parte de ella. Hay miles de parejas con hijos que no son familia, y miles de familias que no tienen un padre en ella. Si algún momento te llega el momento, te enamorarás de nuevo, pero eso no hará que seas más o menos mamá. ¡Sigue con tu buen trabajo!
Y para las mamitas que fueron mamás pero por percances de la vida no tienen a sus hijos porque fueron al cielo de los hijos, un abrazo también. Dios reconforta a toda mamá, en toda situación.
Les quiero mucho y nuevamente, gracias por todo lo que hacen. Sin ustedes, estaríamos en un caos.
Jimmy