Seguro todos tenemos una anécdota en nuestra vida cuando nos perdimos en el camino hacia a algún lugar. Incluso en una era digital, que ofrece una gama de aplicaciones de ubicación, tenemos la tendencia a desviarnos.
En ocasiones nos apartamos del camino principal por algunos contratiempos, porque conocemos atajos que no nos proporciona la aplicación de geolocalización o simplemente queremos conocer otras rutas. Pero siempre podemos detenernos y darle click a la redirección.
Depende de ti si regresas al camino trazado o ignoras la advertencia.
Como seguidores de Jesús sabemos que Él es el camino y tenemos un destino seguro, aún así hay días en los que tomamos nuestros atajos, nuestra opinión, nuestra visión y terminamos muy lejos de donde deberíamos estar.
Hemos escuchado que esta bien sentirse mal en el proceso y todo esto se vale porque Dios comprende la humanidad. Lo que no se vale es ignorar su voz que nos indica una Redirección.
Recuerda que Dios va escribiendo recto en medio de las líneas torcidas que le presentamos, y usa a personas, canciones, reflexiones todo lo que sea necesario para que vuelvas al camino trazado por Él y no te hagas daño.
Quizás lo que lees hoy, es para ti un equivalente de la voz «Redireccionando». ¿Qué harás con su voz?
Les repito: «Si escuchan hoy la voz de Dios,
Hebreos 3:15
no se opongan como antes,
cuando se rebelaron contra él»
