Es martes 8 de mayo, no puedes vivir lo que pasará el miércoles, y por más que te preocupes, no puedes adelantar ni siquiera un segundo en el reloj. Podemos pensar en el próximo viernes, en el próximo mes, pero si dejamos el presente y nos enfocamos en el futuro, tendremos un exceso de pensamientos, ansiedad y frustración.
La familia influye en nuestra manera de ver el tiempo. Una mamá que en abril está preocupada por los adornos de navidad genera en sus hijos ansiedad, induce en ellos una idea incorrecta sobre el tiempo, pues vive más en el futuro que en el presente. Nada nos garantiza que mañana despertaremos.
En la saga de Avengers encontrarás a Dr. Strange, él tiene la gema para viajar en el tiempo, modificarlo. Muchos quisiéramos ese superpoder, pero es solo un invento. Preocuparte más por el futuro o por tu pasado no modificará las cosas. Lo que sí podemos hacer es construir nuestro futuro un día a la vez.
La única manera de afectar nuestro futuro es tomándonos en serio nuestro presente.
Si lees esto el 8 de mayo, quiero contarte que quedan 237 días para que termine el 2018. A veces nos preocupamos por el futuro sin entender que es el día a día el que lo construye. Pondré un ejemplo con ahorros, muy sencillo. Imagínate que ahorras unos centavos diariamente durante los próximos días hasta que termine este año:
- Si guardas 10 centavos de dólar por cada día que falta, empezarás el 2019 con $23,7 dólares.
- Si guardas 50 centavos de dólar por cada día que falta, empezarás el 2019 con $118,5 dólares.
Pensándolo y repensándolo, no cambiarás tu futuro, debes hacer algo al respecto. Te animo a tomar una decisión hoy: tómate en serio tu presente.
No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí.
Juan 14:1