Ya sea que el sábado estés en el trabajo o en casa, o en un viaje, hay algo que no podemos dejar de hacer: pensar. Así que hoy te quiero animar a que hagas una pausa, sí, pero en tus pensamientos.
En inglés hay una palabra que me gusta mucho, overthinking. Si la traducimos de manera literal, sería sobrepensar, como sobrecalentar, sobrecarga. Una traducción más adecuada es pensar demasiado.
Hoy te quiero animar a no pensar demasiado, a pensar lo justo y necesario, sin imaginar escenarios fatalistas o preocuparte de problemas que no puedes resolver frustrándote.
Quizá hoy no puedas descansar completamente porque debes llevar el pan a tu casa, o tienes un examen importante, probablemente has pasado toda la semana buscando trabajo y te frustra todo lo que pasa, por eso, nuevamente, no pienses demasiado.
Reconocemos a Dios como el dueño de nuestro corazón, pero aún nos cuesta que sea el Dios de nuestra mente.
Y “amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.”
Marcos 12:30
Jesús nos recordó que el dominio de Dios no es solo en nuestro corazón, sino también en nuestra mente. Es posible que Dios gobierne nuestros pensamientos, de esta manera, podremos descansar a pesar de las circunstancias. Es posible hacer una pausa y dejarle a él dirigir nuestros pensamientos.
¿Qué pensamiento te está afectando y debes entregarlo a Dios?