Durante siglos, los cristianos hemos dicho muchas cosas, más de las que debimos mencionar. Dijimos cosas que eran verdad, otras que eran media verdad, y algunas eran mentiras que las creímos por «fe», por influencia de un líder, por interpretaciones personales. Nos tomamos la libertad de mencionar cosas que lastimaron a muchos, pero no nos importaba, porque era en «nombre de Dios», así como las cruzadas.
Pedimos rectificaciones al gobierno, a los medios de comunicación. Cada cristiano debe también ser responsable de lo que dice, lo que es cierto y lo que no. Este es un ejercicio que hago a nombre de muchos que saben que nos equivocamos en varias cosas que dijimos durante tanto tiempo. Como mencioné más arriba, dijimos más de lo que debimos, y las cosas que teníamos que pregonar, no las anunciamos.
- Dijimos que el rock era del diablo. Ahora, tenemos rock con contenido cristiano en todas sus variantes.
- Dijimos que la televisión era la caja de Satanás. Ahora tenemos programas de televisión, e incluso canales cristianos.
- Dijimos que muchos artistas eran satánicos, sin evidencia alguna.
- Dijimos que la batería y la guitarra eléctrica no eran instrumentos apropiados para el ministerio de alabanza. Ahora, bueno, ustedes ya saben lo que diré.
- Dijimos que el planeta Tierra tiene seis mil años de existencia, porque en Matemáticas Bíblicas, ese es el valor que resulta de la suma de los años entre Malaquías y Génesis. Ahora sabemos que existió mucho más tiempo.
- Dijimos que la mujer debe callarse en la iglesia. Ahora vemos misioneras y evangelistas alrededor del mundo, sirviendo en lugares que los hombres no quieren ir porque aún no sienten el llamado.
- Dijimos que la Biblia debe ser leída así tal cual está escrita, de manera literal. Ahora, la hermenéutica y la exégesis bíblica nos permite analizar con detenimiento cada palabra, para entender aquellos pasajes que no comprendemos en una primera lectura. Ahora analizamos también el contexto.
- Dijimos que hay que predicar con corbata. Ahora nos damos cuenta que la corbata no santifica a nadie.
- Dijimos que las canciones lentas se llaman «de adoración» y las rápidas «de alabanza». Ahora, bueno, seguimos cometiendo ese error.
- Dijimos que el pastor es el líder infalible, ungido de Dios, enviado para dar luz a las almas perdidas. Ahora, nos damos cuenta que es un ser humano como todos, con errores y aciertos, con una responsabilidad adiciones, pero falibre, propenso al error como todos.
- Dijimos que la gente que no va a la iglesia está en pecado. Ahora, empezamos a darnos cuenta que la gente no va a un lugar donde está siendo lastimada.
- Dijimos que Pokemon, Dragonball, Doraemon, Digimon son del diablo. Ahora nos damos cuenta que nadie perdió la salvación por ver a Pikachu lanzar un attack trueno.
- Dijimos que Dios te quiere llevar lejos, refiriéndonos a estadios y coliseos. Ahora nos damos cuenta que fueron falsas promesas para tocar el corazón de la gente con promesas que Dios no nos mandó a anunciar.
- Dijimos que la salvación se pierde y que no se pierde. Ahora, ni siquiera saben quién fue Calvino o Arminio.
- Dijimos que mi iglesia es mejor que la tuya. Ahora, nos dimos cuenta que la iglesia es una sola, pero nos congregamos en diferentes lugares.
- Dijimos que los himnos eran la música del cielo. Ahora, creemos que la música de moda es la música del cielo. Después, diremos lo mismo del artista de turno.
- Dijimos que los conferencistas están en las tarimas por sus méritos, por ser obedientes. Ahora, nos damos cuenta que están ahí por pura misericordia de Dios.
- Dijimos que la Reina Valera es la mejor traducción bíblica. Ahora tenemos la libertad de elegir entre NVI, NTV, TLA, PDT, DHH (parecen siglas de empresas) con la seguridad de que han sido traducidas con cuidado y responsabilidad.
- Dijimos que tienes que estar dos años de amigos con la persona que te gusta, o separarte por un año para ver si «el amor permanece». Ahora nos damos cuenta que no somos nadie para controlar la vida de la gente.
- Dijimos que Jesús quiere mandar a la gente al infierno. Ahora empezamos a darnos cuenta que lo que él menos quiere es eso. Que quiere salvarnos de la condenación.
- Dijimos que si no sientes a Dios, es porque te estás «enfriando». Ahora nos damos cuenta que no todos vivimos la fe de la misma manera. No todos lloramos, no todos nos caemos, no todos hablamos en lenguas, pero todos los que amamos a Dios procuramos conocerle cada día más.
Hay muchas cosas que dijimos, en una próxima oportunidad diré las cosas que nos callamos.
Pero entre todo lo que dijimos, quiero decirte algo que debimos decirte hace tiempo: No hay salvación en el dinero, ni en la meditación, ni en las metas ni en los sueños cumplidos, sólo hay salvación en Jesús.